Los Jalq'a

Constituyen un grupo étnico que se despliega a
ambos lados de la frontera entre las Provincias de Chayanta
(Departamento de Potosí) y Oropeza (Departamento
de Chuquisaca). Conforman una población cercana
a los 20.000 habitantes, que habitan en punas bajas, cabeceras
de valle y valles, cultivando papa, trigo, cebada, algo
de quinua, maíz, arvejas, habas, zapallos, hortalizas,
y unos pocos frutales en la región más baja;
ovejas y cabras, algunos bueyes y burros, componen hatos
familiares más bien pequeños. |
Con
la Reforma Agraria, los jalq'a se organizaron en comunidades
de ex-hacienda y algunos ayllus originarios, como en Qhara
Qhara, Moro Moro (actual Ravelo) y Quila Quila. A diferencia
de los grupos étnicos norpotosinos, los jalq'a
no tienen una organización político-social
segmentaria, centralizada y única para todo el
grupo. La unidad está reafirmada por el nombre
jalq'a, con que se autodenominan, diferenciándose
de los grupos cercanos a quienes designan como llameros,
tarabucos, ch'utas y katus (de la región de Tacobamba).
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Los Tarabuco
Las diferentes comunidades que gravitan hacia el pueblo de Tarabuco aparecen hoy como una unidad: hablan una misma lengua, el quechua, celebran fiestas y ritos comunes -entre ellos el conocido phujllay- y, especialmente, llevan un vestuario que los caracteriza y permite reconocerlos con el nombre popular de tarabuqueños.
Sin embargo, a la llegada de los españoles, esta región estaba poblada por diferentes grupos étnicos, que provenían de lugares muy distantes.
Hay que recordar que Tarabuco se encuentra en lo que fue la "frontera" con las poblaciones orientales durante el estado Inka. Para cuidar esta frontera de las constantes invasiones, especialmente chiriguanas, los incas trasladaron a guerreros de diversas provincias. En algún momento dado de una historia muy poco estudiada aún, los descendientes de estos diversos grupos fueron adoptando costumbres semejantes y un vestuario que -salvo pequeñas diferencias en el diseño de algunas prendas- les confiere un aire común. |
A pesar
de esta unidad, los tarabuco no tienen un nombre para
todas estas comunidades que persisten en llevar una "montera"
-especie de casco español-, ni estructuras colectivas
que hablen de un origen único para todos. Aun así,
la unidad del vestuario y la música testimonian
una dinámica de los pueblos andinos capaces de
crear nuevas identidades, no sólo en un pasado
lejano, sino ante nuestros ojos.

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